Disfrutar de los últimos rayos de sol durante una tarde de verano en el norte es un privilegio. Y si además lo haces en buena compañía, se convierte en un lujo.

Hicimos la sesión preboda de Raquel y Victor en los acantilados de la playa de Langre (Cantabria), acompañados de dos de sus sobrinos, algo que para esta bonita pareja significaba mucho.

Sin duda alguna, este pequeño paseo se convirtió en una tarde para el recuerdo.